Aun en estos tiempos, algunas reglas de la vieja escuela siguen rindiendo tanto como antes. No te olvides nunca de:

Agradecer: Después de una reunion o entrevista con un cliente o posible empleador, mandá un e-mail de agradecimiento para dejar en claro que eres atenta y educada.


Demostrar integridad: Nunca sabes quién será tu próximo jefe. Por eso, no hagas cosas que puedan manchar tu reputación como chusmear, espiar, robar trabajo o méritos ajenos...

Cuidar tu apariencia: Las personas forman sus primeras impresiones basadas en la apariencia. Si te ves desaliñada, aunque sea un solo día, corrés el riesgo de quedar marcada como "la desprolija" para siempre.